El templo parroquial de Santa María se encuentra aislado del núcleo de población de Veciana, organizado alrededor de los restos del castillo. Concretamente lo encontramos en la otra orilla del barranco de Veciana, junto al cementerio municipal.

La primera noticia que encontramos de este templo data del año 1081 en una relación de bienes que formaban parte de la dotación de la iglesia.

Está formada por una nave terminada en un ábside semicircular, totalmente liso por la parte exterior. En la parte central se abre una ventana de medio punto y abocinada, decorada con una sencilla arquivolta.

El interior del ábside está decorado con tres arcos de medio punto, protegidos por un sencillo guardapolvo. También encontramos un arco de las mismas características en cada uno de los muros del presbiterio.

La cubierta original de la nave, de bóveda de cañón y que arrancaba de una moldura que recorre los muros laterales, se derrumbó. Para evitar que se volviera a caer la cubierta, se reforzaron los muros laterales con dos arcos apuntados, que debían descargar la fuerza de la nueva bóveda. También se construyeron dos arcos fajones, que descansaban en pilastras. Desgraciadamente esta bóveda también cayó hacia el siglo XVII. Entonces se construyeron tres bóvedas de crucería, imitando el estilo gótico. Los problemas de estabilidad de los muros laterales, especialmente el del lado sur, que presenta una peligrosa inclinación, aconsejaron el desmontaje de la bóveda nervada. Una vez solucionados estos problemas, se procedió a construir una bóveda de cañón, que es la que podemos observar en la actualidad.

El templo se iluminaba originariamente gracias a tres ventanas: la del ábside, una abierta en el muro norte y otra en el sur. Esta última es la más interesante, pues presenta tres arcos en gradación.

La puerta original está ubicada en el muro sur, a los pies de la nave, aunque ha perdido las columnas y capiteles.

Está formada por tres arcos de medio punto en gradación. El arco central está esculpido con motivos geométricos. En el lado izquierdo vemos un trenzado de triple línea. En el interior de alguno de los círculos irregulares que forma podemos encontrar algunos motivos esculpidos como cruces, un rostro ovalado y una flor. En el lado derecho de la arquivolta vemos un motivo esculpido diferente, formado a base de una cinta entrelazada.

Las dos impostas también presentan decoración. En la del lado izquierdo se representaron un ajedrezado y dos tallos terminados en una hoja trilobulada. En el lado derecho vemos entrelazados a base de óvalos y estructuras en zigzag.

Durante las reformas del siglo XVII se rehizo el muro oeste, coronándolo con una espadaña de dos ojos y abriendo una nueva ventana, en forma de ojo de buey. También se abrió una puerta, que a principios del siglo pasado se protegió con un porche de inspiración románica.

En el muro sur, junto al presbiterio, encontramos otra apertura, que hasta el momento no he sabido explicar cuál era su utilidad. Por sus dimensiones parece una puerta, formada por un sencillo arco de medio punto. Probablemente comunicaba con algunas de las dependencias que había en el sur del templo y que han sido derribadas en los últimos años. Sorprende sin embargo, su ubicación, pues se encuentra casi un metro por encima del nivel del suelo.

En 1999 se llevó a cabo una campaña de excavaciones arqueológicas junto al templo, en el sector norte, donde se descubrieron unas estructuras medievales y una necrópolis tardo-romana. Desgraciadamente la vegetación ha vuelto a invadir este espacio.

En el Museo Episcopal de Vic, desde 1893 se conserva una talla de la Virgen del siglo XIII. Destaca por tener el Niño en su regazo, pero sobre la pierna derecha y no en la izquierda, como es habitual. El Niño bendice con la mano derecha, mientras que sostiene un libro en horizontal con la izquierda. La Virgen, coronada, está sentada en un trono decorado con columnas desiguales, lisas y con pomos esféricos. En la mano izquierda sostiene la esfera. Desde 1988 se venera en el templo una copia fiel de la imagen.